sábado, 6 de noviembre de 2010

buenos amigos



C. me convence de lanzar un joint y ponerle fin al exclusivo momento de botellas y copas . Tiene un lindo depa en Chorrillos donde el mar de Grau se ve más que pacífico enmarcado en su ventana de bordes naranjas pintados a mano. C. saca una mala copia en video de A Bout De Souffle mientras J. su novio, mi mejor amigo, prepara algo en la cocina. Tres noches antes ella y yo bebíamos en silencio cerca al Puente de los Suspiros, suspirando por las rupturas con nuestros respectivos, que además de perderlos, nos separaba como grupo. Odioso rollo del clan dividido entre los que están contigo y los que están con con tu ex. Peor que aquello de "cuando te casas con él/ella también te casas con su familia". Tres noches antes también nos preguntábamos de dónde salía tanta cojudez. Así que bebimos lo suficiente como para tener que conocernos otra vez. Entonces la conocí mejor que nunca.

C. bebe y sonríe conmigo distinto que cuando está con J. Perdimos las miradas de amigos y la química comenzaba a afilar sus dientes. Esa noche no quise reconocer las señales que me envió bajo y sobre la mesa hasta que abrazados y tambaleantes rumbo al depa chorrillano me preguntó en la puerta si no quería quedarme a dormir. Su roommate, una morena actriz de teatro que además eventualmente hacía de clown, no estaba en casa y J. existía fuera de su corazón tras un diluvio de lágrimas y otro huayco de palabras gruesas - eso si, para ti no tengo ni cama ni pijama - fue la frase que me empujó a su colchón subrayando que J. acababa de ser coronado como moco del pasado.
De los suspiros pasamos a los alaridos y el mar de Grau no fue tan pacífico esa madrugada.

Cuando desperté, la actriz y eventual clown me estaba mirando. Me echó del lindo departamento chorrillano acusándome de traición a J., hipocresía con mi ex pareja y abusador de C. en su indefenso estado. Le dije que como actriz era mejor payaso, me puse el calzoncillo al revés y me fui sin mañanero ni desayuno .
A medida que pasaron las horas y me reencontraba con los trozos perdidos de la madrugada me quedaron tres ideas en la cabeza : 1.C. era una extraordinaria amante que olvidaba con facilidad, 2. nunca amé a mi ex y 3. yo era el peor amigo del mundo.

Tres días más tarde J. se reconciliaba con C. y me llamaba emocionado para agradecerme los consejos que le di a ella cuando salimos, que mis palabras hicieron que C. se diera cuenta de cuánto lo amaba, qué salir conmigo fue lo mejor que pudo hacer para reflexionar, así qué gracias amigo, porque solo un amigo como tú, un amigo de verdad consigue hacer lo que yo hice, así que me esperan en el lindo depa chorrillano frente al mar de Grau a almorzar, porque yo, mi amigo, cocinaré algo especial para ti.
...

C. me pone un joint en la boca y lo enciende. Le doy una larga calada y no siento nada.
Toso demasiado y mis pulmones se expanden. J. y C. fuman, ríen, se besan. Yo no siento nada. Ponen la película de Godard cubriendo la ventana con una gran mandala India, dejando que pequeños halos de luz corten la escena mientras siento como si dos manos tiraran de mis ojos achinándome. Repito no siento nada. Aparece un primer plano de Belmondo narigón y con esa bembaza y no puedo parar de reír. En un respiro pienso que sobre esa cama en la que estamos echados hoy los tres C. y yo tiramos borrachos hace muy poco, cacherío que marcaría su retorno a los brazos de J., y mientras Belmondo sale más con esa cara de galán tonto intento decirles que esa es la cara más graciosa que he visto en mi vida, hasta que al voltear los descubro pegados por la jeta como dos pescados.
Los dejé  y me fui estón a mirar el mar. No sé por qué pero podía  escuchar la risa burlona de la actriz-clown que me pegaba la nariz roja de un solo golpe.
Saqué mi libreta y anoté "ser honesto es una excentricidad".
Luego tragué como nunca en mi vida.

...
(nota: versión corregida y aumentada)